Ser un emprendedor es una decisión que solo toman los que piensan en grande, pero iniciar una actividad comercial o industrial conlleva la tramitación de varias gestiones, como las licencias de apertura, para poder ofrecer sus servicios a una comunidad de forma legal. Muchos de estos son requisitos obligatorios para el funcionamiento de un local.
De acuerdo a la ley, estas licencias variarán según el tipo de actividad que vaya a desempeñarse en el sitio. Es decir, dependen de si éstas pudieran causar alguna molestia o daños (calificadas) y, generalmente, son más complejas de obtener por el grado de peligrosidad, insalubridad o nocividad del servicio; y si no generan perjuicios (inocuas), son más económicas y sencillas de tramitar.
Sobre este tema, las actividades que se hagan en un domicilio, que no impliquen el trato con el público, ni genere daños o molestias a tercero, ni perjudique el ambiente, están exentas de la solicitud de las licencias de apertura.
El objetivo de este proceso es garantizar que el local cuente con las condiciones necesarias de habitabilidad y adecuación en las instalaciones que va a desarrollarse, siguiendo las normativas urbanísticas.
Pasos básicos para la obtención
Las licencias de apertura deben pedirse en el departamento de urbanismo de la localidad donde se encuentra el local. Sin duda alguna, estas deben gestionarse: previamente al inicio de las actividades empresariales, si se realiza el traspaso del local a otro dueño, si se somete a alguna ampliación del lugar o si se efectúa otro tipo de actividad diferente a la inicial.
Los requisitos que deben entregarse varían de acuerdo al tipo de actividad, inocua o calificada. En el caso de la primera, básicamente, se debe consignar el formulario municipal de solicitud, fotocopia del documento de identidad, planos de ubicación y de emplazamiento del local. Para las calificadas, necesita entregar el formulario municipal, fotocopia del alta en el Impuesto de Actividades Económicas, proyecto técnico y documento con la relación de vecinos.
El cumplimiento de este proceso es una pieza clave en la apertura de su negocio. Sin él, no existe la posibilidad de abrir sus puertas al mercado.