Las fregadoras de suelos son máquinas automáticas que limpian y desinfectan los pavimentos gracias a la aplicación de una solución de agua más detergente y la acción mecánica de unos cepillos giratorios. Existe una gran variedad de modelos y muchas marcas diferentes, pero todas las fregadoras tienen en común el hecho de incluir unos cepillos giratorios, encargados de despegar y recoger la suciedad del suelo, así como al menos dos depósitos de agua (uno para el agua limpia, que es donde se incorpora el detergente, y otro para el agua sucia); y también tienen en común el hecho de garantizar una limpieza más rápida que la manual (en superficies más grandes de unos 400 metros cuadrados) con una sola persona.
Lo que varía entre los distintos modelos de fregadoras es, por entre otros elementos, si el operario que lleva la máquina va sentado a bordo de la misma o bien a pie, tras ella. Otra diferencia es si funcionan mediante la acción de cepillos de disco o bien mediante rodillos. Otra diferencia básica entre las distintas fregadoras de suelos es la alimentación: las hay que funcionan mediante corriente eléctrica. Normalmente se trata de los modelos más pequeños o en las que el conductor va a pie, más específicas para trabajos pequeños que requieren menor movilidad. Las fregadoras más grandes y más adecuadas, con conductor a bordo, para superficies mayores y suelen funcionar mediante baterías, aunque algunos modelos combinan ambos sistemas de alimentación.
Las fregadoras suelen tener una doble función. Primero limpian el suelo mediante la solución de agua y detergente, pero además, en la misma pasada, secan la superficie inmediatamente gracias a un secador que se ubica en la parte trasera de las fregadoras: se trata de una especie de aspirador que recoge el detergente con el que acaba de limpiar, lo conduce hasta el depósito de agua sucia y, al mismo tiempo, deja la superficie totalmente seca. Algunos modelos de fregadoras incluso llevan incorporado un sistema adicional encargado de barrer (ya sea con aspiración a la vez o sin ella) para aumentar la productividad de la máquina y poder realizar más tareas a la vez.
En cualquier caso, las fregadoras permiten ahorrar tiempo, por un lado, y dinero por el otro (ya que disponen de un sistema dosificador para gastar el agua y el detergente justo). Además garantizan una limpieza totalmente eficaz.
